¡¡Quiero los papeles!! ¡¡Quiero los papeles!! Quiero los...

Así!!! Voz en grito y con una gran pancarta ilustrativa elaborada con las sabanas viejas raptadas de un cajón de la casa de mis progenitores, decorada para la ocasión con unas temperas vilmente sustraídas del estuche de pretecnologia a mi pobre e inocente sobrina con la esperanza de sublevar a las masas para que hagan causa común junto con la mía o tal vez contactando con algún grupo terrorista en franca capacaída con el fin de adquirir previo pago del importe de su valor de mercado -negro- una ingente cantidad de explosivos acoplada alrededor de mi pecho y a su vez conectados a algún tipo de precario dispositivo de detonación muy probablemente obtenido a través de una pagina ácrata de Internet con el fin de presentarme en la Jefatura de policía mas cercana exigiendo la elaboración un simple documento oficial bajo la amenaza de auto-inmolación y consecuente producción de inevitables y nunca deseables daños colaterales.

¿¿Acaso el único modo de conseguir hoy en día un pasaporte es causando dolor a los seres mas allegados, a uno mismo o en su defecto a una multitud de anónimos desconocidos?? ¿¿En esto se ha convertido el mundo hoy en día?? ¡¡Pues yo os maldigo!! ¡¡Os maldigo a todos!!

¿Tantos inconvenientes? ¿Tantas trabas legales ha de crear hoy en día este maldito sistema burocrático para obtener un sencillo pasaporte? En un mundo tan tecnificado como el de hoy en día que hasta las coliflores compradas en el supermercado te las traen a casa con un simple "click" de ratón has de verte obligado a pasar por tamaña cantidad de penurias para conseguir un simple trozo de papel oficial con el que te permitan salir de este maldito país? ¡¡¡Tanta gente arriesgando su vida para intentar entrar y para uno que quiere salir no le dejan!!!

Este grito de impotencia surge tras la rocambolesca epopeya vivida con el fin de llevar a cabo algo tan aparentemente sencillo como es la obtención de un pasaporte y el consecuente fracaso logrado como resulta... Huelga decir que todos mis esfuerzos fueron titánicos y que los recursos desplegados para su consecución fueron desde los mas ingeniosos ardides, a los mas bajos y deplorables, como el hecho de verme obligado, en un momento dado, a hacer uso del servicio de información telefónico entonando su taladrante melodía para de este modo poder recordar el numero que debía marcar (cuan bajo se puede caer). No obstante tras todos los tratos vejatorios recibidos, las complejas rutas alternativas elaboradas, las decisiones -tanto correctas como erróneas- tomadas, las mas graves blasfemias perpetradas y los gastos de tintorería acumulados he aprendido una valiosa lección vital que recordare y recitare como si de un tantra místico se tratara aderezado en forma de bonito pareado musical con el fin de poder recordarlo en el futuro: "Si tu cordura mental quieres conservar, en verano el pasaporte no debes tratar de sacar". Así pues, en octubre tratare de nuevo de conseguir alcanzar mi objetivo.

TO BE CONTINUED...