Puerta de embarque numero...

Pues parece ser que ya no hay vuelta atras -o casi-, ya tenemos los billetes de avion a Japon con lo que ello conlleva, a saber... Madrugon espectacular -digamos a eso de las 4 de la mañana- para estar un par de horas antes en el aeropuerto, tediosa espera de 8 horas en el Charles de Gaulle para el inevitable trasbordo en Paris (por cierto, se aceptan ideas ludicas con el fin de hacer la espera mas llevadera, no acabar desquiciado y evitar salir a las carreteras francesas a volcar camiones de fruta o similar, gracias) y finalmente las terribles 12 horas de trayecto en el flamante -eso dicen- Boeing 777 de Air France que finalizaran cuando:

a) Aterricemos en el aeropuerto de Nagoya completamente desorientados, somnolientos, agotados y sin embargo extasiados de felicidad.

o bien:

b) Nuestro avion sufra un accidente y acabemos estrellandonos en una pequeña y misteriosa isla del pacifico en la que vivamos fantasticas aventuras dignas de ser llevadas a la pequeña pantalla.

En cualquiera de los dos supuestos sera una experiencia digna de ser llevada a cabo.